El espacio del portal presentaba humedades sobre los revestimientos de las paredes causadas por capilaridad a través de los muros de piedra en contacto con el terreno. El problema se agravaba por la deficiente ventilación del espacio interior. Por otro lado, en una reforma anterior se había desvirtuado el espacio de entrada original al instalar un ascensor en local anexo por detrás de la escalera mediante la eliminación del tabique de separación de ambos locales y aunque se intuía el aparato elevador desde la entrada su percepción era como la de un ascensor de servicio en un espacio poco atractivo. En la reforma actual la pared afectada de humedad se ha revestido de tarima de madera de iroko formada por tablas de diferentes anchos colocadas verticalmente. Mediante una pequeña separación entre las tablas y entre la tarima y la pared se posibilita la evaporación de la humedad que es barrida por la ventilación mejorada y permanente del portal al instalar en el montante acristalado sobre la puerta de entrada una carpintería de perfiles angulares doblados de acero inoxidable que posibilita la aireación perimetral y que se fuerce el tiro en el interior al combinarse con la ventilación existente de la escalera. El revestimiento noble de madera se extiende desde el fondo - donde está situado el ascensor que queda incorporado ahora al espacio principal - hasta el zaguán de entrada donde con un ancho creciente se convierte en un mueble de madera laminada mediante pontones de sección 10x10cmarticulado de forma escalonada para formar un mesado de apoyo para los buzones, un banco de asiento con más anchura en un nivel inferior y finalmente un último peldaño en contacto con el suelo sobre el que se sitúa una jardinera construida con escuadrías curvas de la misma sección.
