La envolvente del edificio se resuelve a base de un sistema compuesto de dos pieles, la exterior
formada por chapa perforada de acero inoxidable para el control de la luz y el sombreamiento separada
un metro del edificio y la interior en parte acristalada y en parte trasventilada con cámara ecualizada,
revestimiento exterior de paneles de acero inoxidable y aislamiento sobre trasdosado que resuelve la
estanqueidad del conjunto y los requerimientos de acondicionamiento ambiental del edificio.
El sistema se soporta mediante una estructura metálica a base de montantes y barras de pletinas
también de acero inoxidable para arriostramiento que sujetan tanto la piel exterior como los paneles del
revestimiento metálico de la capa interior con un comportamiento unitario.
A su vez esta estructura se cuelga por su extremo superior de la cercha metálica de la estructura
principal y se articula con esta a la altura de los cantos de los forjados mediante uniones que
absorben los movimientos diferenciales de ambas.
La capa interior es una verdadera fachada trasventilada en la que la chapa metálica se separa del
aislamiento y se sujeta a los montantes verticales colgados, creando una cámara de aire entre ambos
materiales con su presión ecualizada con la exterior de manera que el agua de lluvia no alcanza la
capa interior al ser la diferencia de presiones mínima. La cámara se compartimenta horizontalmente por
los montantes de manera que se minimizan también las corrientes de aire en su interior. El aislamiento
es pasante y se fija al trasdosado interior formado por placas de madera cemento sujetas mediante una
subestructura metálica interior entre forjados.
El sistema permite un alto nivel de prefabricación de sus componentes reduciendo la labor en obra al
montaje de los módulos o unidades de la estructura metálica y al ensamblaje de la fachada.
